La Real Academia Española de la Lengua define la palabra "malnutrición" como lo siguiente:
malnutrición.
1. f. Med. Condición causada por una dieta inadecuada o insuficiente, o por un defecto en el metabolismo de los alimentos.
Además,
si nos referimos a efectos de población mundial, la Organización
Mundial de la Salud nos informa que la malnutrición está presente en más
de la mitad de las muertes en los niños.
Así
pues, en esta época llamada de crisis, vemos como con la llegada del
fin del curso escolar, muchos niños ven un tanto incierta su
alimentación durante el verano debido a la crisis económica y a la
imposibilidad de sus madres o padres en ofrecerles una mejor dieta
equilibrada por escasez de recursos en casa. En algunos casos, está la
familia, vecinos o amigos que entran de lleno en este caso ayudando a
los mismos en la etapa estival hasta la ansiada llegada del mes de
Septiembre cuando el siguiente curso escolar eche a rodar y con él,
lleguen de nuevo los comedores escolares que hoy en día, tan buena labor
vienen realizando.
Y es que si antes comentábamos el caso de datos mundiales, si nos referimos a la población española, uno de cada cuatro niños españoles
tiene problemas para poder llevar a cabo una alimentación correcta,
completa y equilibrada por tanto, todo ello debido a los problemas
económicos que azotan a la familia en casa. En concreto, la tasa de
pobreza infantil alcanza ya el 27% según indica UNICEF, lo cual nos
conduce a casi 2 millones y medio de niños en España, aunque esto no
significa que todos estén malnutridos pero si que sufren las
consecuencias de la maltrecha economía y escasez de ingresos que entran
en casa.
La
OMS recomienda el consumo de unas dos mil calorías en niños. Todo este
aporte calórico es suficiente para desarrollar una vida escolar
correcta, debido en este caso a que los niños necesitan dicha energía
para jugar, realizar actividades físicas o bien para un bienestar que
ayude a una mayor concentración y rendimiento en el curso académico.
Como alternativas a ello, podemos realizar muchas alternativas para economizar en casa.
- Realizar la compra necesaria para que no caduquen o no se echen a perder los alimentos.
- Recuperar la dieta mediterránea que tan saludable es.
- Comprar con cabeza, es decir, no comprar lujos ni alimentos que no son de primera necesidad (dulces, refrescos, batidos) y sustituirlos por alimentos más baratos y saludables como el agua la leche, frutas.
- Solo llenar la despensa o realizar una gran compra en caso de que sean productos básicos como arroz, pasta, legumbres...
- Cocinar más en casa y realizar los productos caseros. Además podemos montar minihuertos en casa siempre que lo permita el espacio.
- Volver a usar las recetas de la "abuela". Aquellas que contienen alto nivel de calorías y nutrientes a bajo coste.
- Realizar una planificación semanal para así no dar pie a improvisar en la alimentación.
- Aprovechar las sobras de un día para otro incluso no comiendo lo mismo, sino realizando otra receta como, croquetas por ejemplo.
- Hacer nosotros las ensaladas o menestras, no comprarlas ya hechas, pues suele suponer un mayor coste que no permite la economía, por lo que habría para más raciones.
Así
pues, esperamos que además de coger estos ejemplos para usarlos en
casa, tanto nuestro gobierno como nuestras comunidades realicen un
esfuerzo en mantener los comedores escolares incluso en la época de las
vacaciones de verano y así ayudar a los que son el futuro de nuestra
sociedad, los niños.
Gaspar Parras Jiménez
Fuentes: OMS, RAE, EFE
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