Una oportunidad para redescubrir la infancia con la limitación del uso de pantallas antes de los 7 años




La reciente aprobación de una ley en España que propone retrasar el uso de dispositivos electrónicos hasta los 7 años ha abierto un intenso debate entre familias, educadores y profesionales de la digitalización. Como docente y especialista en tecnología educativa, considero que esta medida plantea una reflexión necesaria sobre las prioridades en las primeras etapas del desarrollo infantil. Más allá del ámbito digital, este cambio nos invita a redescubrir y potenciar herramientas tradicionales, como la música, el material manipulativo y los recursos sensoriales, fundamentales en la educación de niñas y niños de Infantil y Primaria.


La música como lenguaje universal

La música, a menudo relegada a un segundo plano frente a las pantallas, es un poderoso aliado en el desarrollo infantil. Numerosos estudios han demostrado su capacidad para estimular áreas clave del cerebro relacionadas con el lenguaje, la memoria y las emociones. Además, fomenta habilidades como la escucha activa, la coordinación motora y la creatividad.

En estas edades, cantar, tocar instrumentos sencillos o simplemente experimentar con ritmos proporciona experiencias que ninguna pantalla puede sustituir. La música no solo desarrolla competencias cognitivas, sino que también es un puente emocional que conecta a los niños y niñas con quienes les rodean, ayudando a fortalecer vínculos y a expresar sentimientos de forma natural.

Empleo de material manipulativo aprendiendo a palmar el mundo

El aprendizaje en edades tempranas pasa, irremediablemente, por las manos. Desde piezas de construcción hasta plastilina o juegos de clasificación, el material manipulativo ofrece experiencias que conectan el pensamiento abstracto con la realidad concreta.

Estas actividades fomentan la motricidad fina, la resolución de problemas y el pensamiento lógico. Además, despiertan la curiosidad y promueven el trabajo colaborativo, aspectos fundamentales para un desarrollo integral. Al limitar el uso de pantallas, esta ley nos devuelve a la riqueza de lo tangible, recordándonos que las niñas y los niños necesitan manipular, construir y explorar para aprender de manera significativa.

Material fungible para una creatividad sin límites

Pinturas, papeles, pinceles y todo tipo de recursos fungibles se convierten en aliados imprescindibles para la expresión artística y el desarrollo de la imaginación. En un mundo donde lo digital tiende a uniformar contenidos, el uso de materiales creativos fomenta la originalidad, la experimentación y la capacidad de plasmar ideas únicas.

El trabajo con material fungible no solo desarrolla habilidades manuales, sino que también refuerza la autonomía, la paciencia y la capacidad de planificar. Por ello, es esencial recuperar el protagonismo de estas herramientas en casa y en la escuela, asegurándonos de que niñas y niños tengan oportunidades para crear y experimentar sin límites.


Equilibrio entre tecnología y desarrollo natural

La ley no prohíbe las pantallas, pero sí busca retrasar su introducción para priorizar actividades esenciales en el desarrollo temprano. Este enfoque es coherente con la evidencia científica: la interacción con personas, la música, el juego y el material manipulativo son experiencias insustituibles en estas etapas.

Sin embargo, debemos entender que la digitalización sigue siendo una parte importante del futuro educativo. El reto será introducirla de manera progresiva y guiada, respetando los tiempos y necesidades de cada etapa. Esto no significa rechazar la tecnología, sino integrarla con responsabilidad, asegurándonos de que no desplace recursos fundamentales como la música o el aprendizaje manipulativo.

Un cambio que interpela a las familias y al sistema educativo

Para las familias, esta ley es una oportunidad para reconectar con la infancia desde un enfoque más natural. Cantar, jugar, crear y explorar juntos fortalece vínculos y favorece un desarrollo más equilibrado. Para los docentes, es un recordatorio de la importancia de diversificar las estrategias educativas, utilizando tanto herramientas tradicionales como digitales cuando corresponda.

En definitiva, como docente y agente de innovación o transformación digital y social, creo que retrasar el uso de pantallas no debe verse como un retroceso, sino como un paso hacia una infancia más rica en experiencias y aprendizajes. Si como sociedad logramos poner en valor recursos como la música, el material manipulativo y las actividades creativas, estaremos sentando las bases para una educación más integral, respetuosa y consciente.

"Por una infancia que toque, escuche y cree su mundo"

Un docente comprometido, Gaspar Parras Jiménez

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