La expresión “conservación de la
naturaleza” concreta la forma de preservar el futuro de la biosfera, el
medio ambiente y los valores paisajísticos. Una de sus partes es la
corriente ecologista. Aquí es donde entra en liza nuestro papel como
responsables del mantenimiento de nuestro ecosistema, ya que todos los
peregrinos, caballistas, carreteros, devotos y romeros tenemos que
comprometernos con protección de nuestro precioso Parque Natural Sierra
de Andújar.
Muchos cuestionan si la educación ambiental recibida en los centros
educativos, así como los programas de sensibilización que realizan los
agentes protectores de la naturaleza, son eficaces. Pues sí, estos son
los halos de esperanza que atisban optimismo, gracias a la aportación de
colectivos y otras instituciones que han realizado la campaña
ecológica.
Según los datos recogidos, cada persona produce algo más de un kilo de
basura, por lo que los devotos de la Virgen de la Cabeza y asistentes a
la festividad deben ser conscientes del vital uso de los puntos limpios
habilitados para tal efecto. Una recogida de residuos que se prolonga
durante casi todo el mes de mayo, y donde el viento o la lluvia hacen
que los desperdicios que no han sido depositados en dichos puntos, se
extiendan por la sierra realizando un grave impacto para la valiosa
fauna y existente. Especial importancia retoma este asunto en el
trayecto del camino viejo de Herradura que atraviesa el corazón de
Sierra Morena a través de sus estrechas veredas que atravesarán miles de
devotos entre peregrinos y caballistas, así como las vías pecuarias que
usarán las carretas para llegar hasta la Morenita.
El turismo natural y de ocio que alberga el Parque Natural de Andújar es
muy significativo, ya que cautiva a miles de personas llegadas desde
diversos países para conocer este tesoro paisajístico que posee como
protagonistas; una especie en riesgo de extinción como el lince ibérico,
así como una flora autóctona que engalana la serranía durante el año y,
esencialmente, en primavera.
Otro papel trascendental para trabajar “por una romería sostenible”
reside en la necesidad de incorporar una línea de transporte público,
acompañada de una restricción paulatina del uso de los vehículos
particulares que generan dióxido de carbono, tanto en el trayecto en
movimiento, como en los atascos y cortes de tráfico que crean en los
momentos claves de subida y bajada. Esta restricción podría plasmarse
mediante una mínima “tasa ecológica por contaminación”, como ya sucede
cuando pasamos por la famosa “ITV”. En este sentido, puede ser muy
beneficioso desde el punto de vista ecológico para aquellos romeros que
no deseen subir con sus vehículos, simplemente no conduzcan. Por otro
lado, está la opinión de quienes entienden que es preciso llevar su
propio automóvil para acarrear con los aperos imperiosos para acampar o
alojarse todo el fin de semana en la conocida como Dehesa del Cerro de
la Cabeza. En este aspecto, debemos entender que ese servicio público
mediante autobuses o similares, contaría con un extenso maletero para
transportar todo tipo de bártulos indispensables. No olvidemos que otras
romerías importantes y populares de Andalucía ya los aplican.
Necesitamos más compromiso con la sostenibilidad y progreso.
En nuestras manos está cambiar el rumbo contaminante y trabajar duro por
la protección del medio natural que nos rodea, que es la casa de
nuestra Madre Santísima de la Cabeza.
Por todos los motivos explicados, hay que sanar este “Síndrome de
Diógenes” para saber que la romería de desarrolla una vez al año, pero
el Parque Natural Sierra de Andújar tiene innumerables especies, muchas
de ellas protegidas, habitándolo durante todo el año. Cuidemos el
entorno como principal muestra de amor por la Reina de Sierra Morena.
Gaspar Parras Jiménez
Publicado en Diario Jaén
Revista Luz de Morenita
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