Durante los últimos años, con la proliferación de las redes sociales y la cercanía entre instituciones y romeros a pie que esto supone, ha ido creciendo un movimiento nuevo, pero no mejor, en el entorno cofrade. Y no sólo nos referimos a la Semana Santa, sino especialmente también en la Romería de la Virgen de la Cabeza, más conocida como Nuestra Señora, la de todos, y no sólo de unos cuantos. Además, en la mayoría de situaciones son personas que apuestan más por los actos públicos con grandes aglomeraciones, con fiesta, antes que por asistir a los actos culturales que se convocan a lo largo y ancho de la geografía para conocer toda la historia e información de la devoción. De hecho, se corre el riesgo de no tener grandes trabajos de investigación como los que actualmente se poseen en el entorno devocional de la Morenita, gracias a los ciclos de conferencias, charlas y demás actividades culturales y formativas.

No se ofendan ya que la verdad es que no vamos a dramatizar y a generalizar, hablamos de unos cuantos "Egos de Sierra Morena", que no que precisamente destacan por su cante o arte. Hablamos de aquellas personas que creen promocionar valores cristianos y precisamente lo que hacen es practicar el fariseismo. Es aquel romero, que no devoto de la "Morenita", que ama a su institución por encima de todas las cosas y personas, así como ama su imagen publicitaria personal por encima de su cofradía o peña romera, pero luego odia a quien cristianamente le "hace sombra" y, por ello, zancadillea a los demás. Es aquel que saluda a todos, como si fuese una superstar, que hace propaganda de su nombre o imagen personal, que va con cara de no haber roto un plato, pero que luego critica a todos por la espalda y su vida personal no es que sea un gran ejemplo de caridad, solidaridad y providencia. 

Los encontramos en todos los estamentos y entornos de este paraje llamado Sierra Morena. Los hay capillicas, de los que siempre vemos tras el altar dando hostias, y a veces sin consagrar. Los hay en las filiales, donde a veces se juega a ser más que otras, e incluso estar por encima de la Cofradía Matriz o a llegar a pensar que su hermandad es su propiedad, usando el nombre y pertenencias de la cofradía como si fuesen suyas para siempre. También, podemos encontrar estos ejemplares habitando entre los cetros de la Matriz, algunos incluso revoloteando junto a su gran águila, y así rememorar viejos tiempos. Además, están otros, buscando la oportunidad de los nuevos tiempos democráticos. No podemos olvidar los que se amparan en cargos romeros para hacer propaganda de su imagen personal, aunque tenga que ser sin pasar por procesos electorales. También, hay otros que gritan "Matriz por bandera" y resulta que la belleza que desprenden con su traje de chaqueta está por encima de la sencillez de cualquier devoto que visita nuestra festividad religiosa "no tan bien acicalado", como ellas y ellos. Son sólo unos cuantos, pero que a veces dejan en mal lugar a tan sublime entidad.

Pero no, no hablamos de esta especie en promoción para hacer daño, ni para criticar. Lo hacemos para describir todo aquello que los devotos de a pie suelen hablar en cada ocasión que sale una polémica. No olvidemos que los religiosos, así las cofradías y peñas romeras, hacen una gran labor, y que no criticamos a todos sus socios o hermanos, sino a aquellos que quieren sobresalir por encima del resto. Cabe recordar y destacar que todos y todas somos iguales e iremos al mismo final del camino, junto a Ella y Dios.

Volviendo a la senda de este safari en el análisis de los "Egos de Sierra Morena", podemos llegar a algún andero que cree tener derecho a su sitio, o a llevarla en un tramo determinado, por su cara bonita. Pero no, no es así señores. Polémica y agresividad, aquí no caben. Por suerte, la mayor parte del colectivo realiza una labor encomiable de ayudar a los devotos a llevarla en cada población o municipio donde sea solicitado.  

¿Y en la Iglesia? ¿Estará limpia de egos "la era"? Pues... efectivamente no. Hay demasiados egos, aunque también sacerdotes y religiosos/religiosas que tienen verdadera vocación cristiana y ayudan a todos los feligreses en su fe y en su quehacer diario. Esos egos eclesiásticos se resumen en "peleillas entre ellos", como si de una partida de ajedrez se tratase, para ocupar un buen sillón o Parroquia. De hecho, tenemos constancia de egosacerdotes que han criticado a sacerdotes sencillos, a cofradías o devotos, por su labor.

Y no podemos olvidarnos de los profetas. Sí, como nosotros mismos, que también nos metemos en el saco, aunque no tengamos ego, la verdad. Hablamos de aquellas personas que salen de la nada y que acaban metidos y afiliados en todo por tal de relucir con su "gran labor". ¡Tachán! ¡Éstos si que son unos artistas! Algunos con pasado algo turbio y con ganas de recuperar su imagen y, convertirse en buenas personas, gracias a la promoción que la devoción a la Morenita les da, como buenos Egos de Sierra Morena que son.

Para finalizar, hay que recordar que muchos de estos "Egos de Sierra Morena", en todos sus aspectos y todas sus categorías, son aquellas personas que por H y por B no triunfan en su vida académica, personal o profesional, encontrando en esta serranía su refugio promocional para "ser un alto cargo". ¡Pues sí, un cargo si que son!, pero para la devoción a Nuestra Señora de la Cabeza, que no necesita de egos, ni de famositos, sino de gente de corazón, de sencillez, de bondad y predicación con el ejemplo. Gente que ame a la Virgen de la Cabeza y luche anónimamente es todo lo que necesita el mundo cofrade y romero, así como todos los estamentos que participan en esta gran festividad religiosa como es la romería y aparición.


* Con esta crítica no se pretende ofender a los estamentos, ni generalizar, sino simplemente matizar y destacar que el mundo romero y devocional de la Virgen de la Cabeza necesita a la gente sencilla y a los devotos de corazón en cada uno de los roles, dejando de lado el ego que, en algunas personas, hace que existan enfrentamientos en diversos ámbitos relacionados con la romería o aparición. Si alguien se siente ofendido, el autor de la publicación, como cristiano, pide disculpas, pero no es nada generalizado, sino un escrito que pretende estimular a pensar que nadie es más que nadie, solo ELLA es el epicentro de todo.

Gaspar Parras